Scrum: Qué es y cómo ponerlo en práctica
En un entorno tan cambiante como el actual, las organizaciones requieren de metodologías de trabajo y procesos eficaces para el desarrollo de productos y servicios. Scrum es un modelo de producción que nace sobre los postulados de las “Metodologías Ágiles”, término que surge a finales de la década de los noventa gracias a investigadores como Kent Beck, es ingeniero de software estadounidense especializado en modelos de producción basados en procesos.
Scrum es un proceso de gestión que reduce la complejidad en el desarrollo de productos para satisfacer las necesidades de los clientes. Promueve la colaboración en los equipos para lograr desarrollar productos complejos. El profesor Ulises González, quien dicta nuestra Certificación Scrum Manager, agrega lo siguiente: “Scrum proporciona un marco de trabajo con un conjunto de reglas que dota la estructura adecuada para que los grupos puedan trabajar de forma ágil y colaborativa, para resolver y descubrir las mejores formas de abordar problemas complejos o cuyo alcance no está claro.”
El modelo está enfocado en el desarrollo incremental de productos y la calidad de los resultados a partir de fases secuenciales de desarrollo, lideradas por un scrum manager. Este se encargará de definir las estrategias a utilizar, garantizar el cumplimiento de los objetivos, velar porque los equipos cumplan sus funciones y representar el proyecto ante la dirección o el cliente.
El nombre de la metodología surge luego de que Ikujiro Nonaka e Hirotaka Takeuchi analizaran cómo las principales empresas tecnológicas desarrollaban sus nuevos productos. Identificaron que tenían una forma de trabajo en equipo comparable con el avance en formación de scrum de los jugadores de rugby, donde ambos equipos entrelazados empujan para obtener el balón y sacarlo de la formación.
Existen algunos principios básicos para manejar la evolución de un producto bajo el método Scrum:
1. Control empírico de procesos
Más allá de seguir un proceso rígido, el Scrum propicia la observación y experimentación. De este modo la ejecución de un proyecto puede adaptarse a los cambios y mejorar de forma continua y oportuna.
Este principio también está enmarcado en la transparencia, la inspección y la adaptación. Es decir, toda la organización conoce lo que sucede con el proyecto, se comunica toda la información surgida en las reuniones para que pueda ser revisada y adaptada a lo según convenga para el producto.
2. Auto-organización
La autonomía de los equipos es importante para la ejecución de la metodología, mantener a los integrantes motivados, con responsabilidades y compromisos claros hará que el proyecto avance fluidamente.
3. Colaboración
El equipo que esté llevando a cabo el producto debe trabajar de forma articulada y en el mismo lugar para facilitar la comunicación, la resolución de problemas y el aprendizaje, integrando en cada decisión los aportes de todos.
4. Priorización basada en valor
En un producto que se realice bajo la metodología Scrum debe prevalecer aquello que le otorgue mayor valor al negocio del cliente, por lo tanto el orden en el que se realizan y se entregan las tareas se basará en el mayor aporte que pueda tener para los interesados.
5. Bloque de tiempo asignado o time boxing
El tiempo en la metodología Scrum es un aliado para ayudar a gestionar eficazmente la planificación y ejecución de los productos. Todas las actividades deben ser cumplidas en un periodo determinado.
6. Desarrollo iterativo
Este último principio pretende priorizar los desarrollos de tal modo que se entreguen resultados satisfactorios para el cliente en plazos mínimos, manejando eficazmente los cambios y definiendo las responsabilidades tanto del propietario de proyecto como de la organización que lo está llevando a cabo.
Se debe considerar que como en todos los modelos ágiles habrá interacciones durante el proyecto para hacer los planteamientos que sean necesarios sobre el producto, este proceso se denomina sprint y es vital para el éxito de la metodología.
Al incluir Scrum a una organización, el cliente podrá ver desde el primer día los avances de un proyecto recién puesto en marcha, además es adaptable a las prácticas de cualquier empresa y al proyecto en sí.
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