La continuada subinversión en las industrias extractivas de combustibles fósiles y las vanidades imperialistas de Vladimir Putin se mezclaron para producir un brebaje tóxico que terminó por contaminar a todo el mundo, generando escasez, precios energéticos desbocados, fallas generalizadas en las cadenas de suministro, inflación, destrucción de infraestructura incluyendo ciento de miles de muertos civiles y militares, millones de desplazados, economías en ruinas y una crisis bancaria global. Una verdadera situación de “perder – perder”.
Ing. Juan Szabo / News El Observador de Energía y Ambiente / 21 de abril de 2023
Desde el año 2021, y apenas el mundo se comenzaba a reactivar de la parálisis causada por la pandemia, se hizo evidente que el mundo derivaba hacia una crisis energética. Las razones eran varias, pero todas de una u otra forma relacionadas con la crónica subinversión que aquejaba a las industrias extractivas de combustibles fósiles.